Panorama de La Paz. Tan simple, tan básica. |
Bolivia ha sobrevivido porque las deidades son muy buenas. Un país sin entrada al mar, con recursos mineros excasos, tierra infertil y gobernante indígena, iría en camino de convertirse en la sucursal de África en América Latina en cualquier historia lógica. Pero aún no pasa ese terrible momento, puede que se haya salvado, pero es mejor tomar precauciones si usted es boliviano.
La Paz es capital porque le toca.El Palacio Quemado, una pequeña casona de color amarillo, es la sede del Ejecutivo y un vecino naranjado, algo más grande pero no más llamativo alberga al Legislativo. Sino fuera por estas dos construcciones esta ciudad no sería confundida como capital pues constitucionalmente no figura como tal.
Bolivia es un país con varias ciudades para tener tan poca población, ocho millones de habitantes. Según el libro de ciencia ficción, o constitución, la capital del país es Sucre; una bonita población con arquitectura antigua pero escasa, pues sólo pudo albergar al poder judicial en un palacio blanco con plaza decente. La Paz retocó un par de estructuras algo maltrechas y se hechó el yugo de los otros dos poderes. Aún así, ninguna de estas dos ciudades es la más poblada, como generalmente pasa con las capitales latinas. Santa Cruz de la Sierra se lleva este título, posee la mayor población, un millón y medio de habitantes, el terminal aéreo más moderno y las negociaciones más importantes en términos bolivianos, que ironía. Los libros dicen que la capital es Sucre, el Presidente recibe a sus colegas en La Paz, y los inversionistas, contados con los dedos de una mano, llegan por Santa Cruz y haya se quedan para firmar el contrato.
Pero La Paz no es sólo un sobrado de Sucre, o mejor un Sucre con calles pavimentadas. Tampoco se le puede dar tanto palo a la capital. En ella viven los políticos más importantes de su nación, como el Presidente, sus ministros y los principales congresistas. ¡Qué privilegio!
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